Por la Hermana Beth Dempsey
Fui a Gros Morne Haití hace dieciocho meses para el estreno de la primera cohorte de doscientas haitianas de Enfoque de la Misericordia en Haití (MFOH, son sus siglas en inglés) en el programa de Chemen Lavi Miyo (CLM)/Camino a una Mejor Vida. Recuerdo haberme preguntado, ¿cómo será posible que estas mujeres puedan, aun con la ayuda del personal de CLM, cambiar su vida en dieciocho meses?
Después de año y medio regresé a Gros Morne para la graduación de estas mismas mujeres. ¡Pero no eran las mismas mujeres!
Tan pronto como ingresé a la iglesia y vi a las mujeres sentadas, comprendí que había ocurrido una transformación. Todas lucían blusas blancas de Fonkoze*, su cabello había sido arreglado con cuidado, y lo más importante era que estaban sonrientes. ¡Tuve escalofríos!
¡Las mujeres se transformaron!
Ocho mujeres dieron testimonio de lo que había ocurrido en sus vidas en los últimos dieciocho meses. Podían pararse frente a sus compañeras y cuatrocientos invitados y decir:
- Iba a suicidarme y ahora tengo un techo en mi casa.
- No tenía nada para darles a mis hijos. Ahora puedo comprar mi terreno y construir mi casa.
- Mi esposo murió antes que yo iniciara el programa CLM y me dejó sin nada. Ahora tengo ocho cabras y pollos.
- Después de esta graduación me compraré una vaca.
- Sé lo que significa mantener a mi familia.
Estaba tan orgullosa de lo que estas mujeres pudieron lograr. Pero, mucho más importante es lo que vi en sus rostros y en sus ojos. Había esperanza. Había espíritu mientras cantaban en criollo sobre sus experiencias en el programa CLM.
*Fonkoze es a una familia de organizaciones que trabajan conjuntamente para proveer servicios financieros y otros servicios para empoderar a haitianos —especialmente a las mujeres, pero también incluye algunos hombres discapacitados— para liberar a sus familias de la pobreza extrema.