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Edad 80

Hermana Sarah Marie (Sally) se graduó de la Preparatoria Madre de la Misericordia en Cincinnati y entró a las Hermanas de la Misericordia en septiembre de 1958.

En sus primeros años, Hermana Sally enseñó en escuelas primarias y biología a nivel de preparatoria.  En 1973, obtuvo maestría de la Universidad de Duquesne en religión y personalidad.  Después, trabajó varios años en formación y luego cinco años como directora ejecutiva de la Conferencia Nacional de Vocaciones de Hermanas.  Después de esos años en Chicago, volvió a Cincinnati para servir como directora de la Oficina de Desarrollo de Vida en la Provincia.  En 1995, Sally se graduó de Loyola en Chicago con título en desarrollo de organizaciones.

Hermana Sally estaba muy involucrada en desarrollar y servir como la primera directora de Conexiones Misericordia, una organización para personas empobrecidas en el área de Walnut Hills de Cincinnati.  Este ministerio había sido un sueño de muchas hermanas en la región de Cincinnati.  En 2008, Conexiones Misericordia se fusionó con dos otras organizaciones patrocinadas por las Hermanas de la Misericordia en el área de Walnut Hills.  El nuevo ministerio se llama Ministerios del Vecindario de la Misericordia y ella fue la subdirectora allí hasta 2013.

Hermana Sally era un «2» verdadero en el Enneagram:  le importaban todas las personas, siempre estaba ayudando a alguien, a veces aun antes de que la persona supiera que necesitaba ayuda. Su agenda frecuentemente tenía dos o tres compromisos para la misma hora.

Perteneció durante mucho tiempo al coro de la iglesia San Francisco de Sales y fue parte del coro para cada celebración de la Misericordia; a Hermana Sally le encantaba la música y cantar.  Su fuerte voz, alto se oía a menudo en la capilla del Convento McAuley, aun en las últimas semanas de su vida. También le gustaba hornear, especialmente en la temporada de Navidad.  Jugaba a cartas y se juntaba con su club de cartas cada mes. De vez en cuando acompañaba a su buena amiga Hermana Mary Jo McGowan a una tarde en un casino. Hermana Sally era artista y fue fácil reconocer su trabajo – carteles de bienvenida, notitas cubiertas de letra y dibujos creativos.

A través de los años, Hermana Sally se comprometió más y más a la justicia social y a los Asuntos Críticos de las Hermanas de la Misericordia. Esto fue obvio en sus esfuerzos por establecer Conexiones Misericordia. Dependía de sus habilidades de organización para iniciar clubes de lectores y grupos de discusión sobre varios asuntos. Trabajó con el proyecto AMOS y estaba involucrada con Pachamama. Daba talleres de Despertar al Soñador. Su preocupación más grande era sobre el planeta y lo que las Hermanas de la Misericordia podían hacer como Comunidad y como personas para preservar la Tierra. Siguió su ministerio de paz y justicia hasta el final de su vida. Uno de sus últimos deseos fue que se le enterrara naturalmente y se pudo cumplir.

Se invitó a varias personas a expresar brevemente cómo se sentían sobre Hermana Sally.  Algunas respuestas fueron: valiente; extremadamente graciosa, aunque no fuera su intención; excelente recaudadora de fondos para muchos grupos; hermana para muchas personas; mujer de integridad; consumadamente creativa; trabajadora leal en nuestra Comunidad, pero muy modesta a la vez; sufrió físicamente por años pero pocas veces se quejaba; empapada en la oración; amor por la justicia; una mujer que siempre iba a algo – ya no la detienen sus limitaciones físicas y puede ir a donde quiera; gran cantante de coro; la persona más santa que he conocido; llena de vida; ¡ay, como nos levantó en sus alas y nos guio su luz!