donar
historias

Programa con nombre de hermana ayuda estudiantes a explorar la medicina

idiomas
compartir
Share this on Facebook Share this on Twitter Print

Por Karel Lucander

Hermana Agnese Neumann ha abarcado mucho territorio durante sus muchos años de servicio: produciendo fruto, esparciendo alegría y por mera casualidad convirtiéndose en el homónimo de una nueva oportunidad para futuras profesionales en el campo de la salud.

Nacida y criada en Baltimore, Maryland, Hermana Agnese fue a la secundaria en Mount St. Agnes. Cuando era muy joven soñaba con ser enfermera. Pero cuando ingresó a las Hermanas de la Misericordia en 1947, le pidieron ser educadora, lo cual hizo sin problema.

Sirviendo en la educación y medicina

Hermana Agnese enseñó en la primaria durante un año en Baltimore y nueve años en Savannah, Georgia antes de ser asignada a Mercy High School en Baltimore cuando abrió sus puertas en 1960. En 1967, fue reubicada por dos años en la Academia de San Vicente, en Savannah como vicedirectora y maestra de ciencias, antes de regresar a Mercy High School como presidenta del departamento de ciencias y maestra de biología.

En 1973, Hermana Agnese recibió la aprobación para realizar su sueño de muchos años y dejar el mundo académico para iniciar la odisea de la enfermería. Eventualmente, llegó a ser enfermera titulada y trabajó en una variedad de prácticas para la salud, incluso prácticas privadas tanto en el sur de Maryland como en Dahlonega, Georgia con la Hermana Susanne Ashton, que es doctora. A través de los años, ambas han servido especialmente de manera muy estrecha.

Como se puede ver en el perfil de laHermana Susie, en 2015:

Hermana Agnese Neumann ha sido parte integral de todos sus servicios, en particular, dirigiendo la oficina médica mientras Hermana Susie hacía cirugía o estaba en la sala de partos. Juntas iniciaron una clínica para mujeres pobres en Leonardtown, Maryland, hicieron voluntariado en el Programa de Hospicio del Condado de St. Mary y —también para hacer algo interesante y productivo— se hicieron mediadoras legales certificadas y dedicaron tiempo haciendo voluntariado en el Tribunal de Distrito del Condado de St. Mary.

Trabajando juntas, las Hermanas Agnese y Susie han sido una fuerza considerable.

«Amé la enseñanza y mis años de servicio en la enfermería», dice la Hermana Agnese.

Convergen dos caminos, creando el Programa de Estudios Neumann

Así como la Hermana Agnese ha amado sus servicios, también ha sido amada. No es de sorprender que sus dos caminos de enseñanza y de enfermería convergieran y crearan una oportunidad para estudiantes brillantes que ni siquiera ella pudiera haber imaginado.

Más aún, fue una sorpresa cuando la presidenta de Mercy High School la llamó a su oficina y le dijo que la administración de la escuela quería poner su nombre al programa de estudios.

«Cuando escuché esto, me sentí como si me movían el piso», dice.

Este año, se eligieron ocho estudiantes para el programa inaugural «Especialistas Hermana Agnese Neumann». Una empresa conjunta entre Mercy High School y el Hospital Buen Samaritano MedStar, el programa permite a estudiantes probar una carrera en medicina. Está abierto a estudiantes de primer año y a estudiantes de segundo año avanzado y se extiende por tres años académicos además de un verano. El programa brinda a estudiantes una formación práctica, tutoría en un área especializada (ciencia del envejecimiento, terapia ocupacional/física, enfermería o salud comunitaria/pública) y una pasantía.

Según Mary Beth Lennon, presidenta de Mercy High School: «Esperamos que nuestras especialistas Hermana Agnese Neumann sean líderes para el futuro de la salud». Añade: «Nuestra nueva Sociedad con el Hospital Buen Samaritano MedStar nos permite responder a la fuerte demanda de programas académicos rigurosos en los campos de STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas».

La Hermana Agnese no podía estar más complacida y honrada de ayudar a jóvenes a explorar el campo de la medicina como participantes de este programa que lleva su nombre.

Se considera rica

Ahora que tiene 89 años, Hermana Agnese dedica cada jueves a hacer voluntariado en la Oficina de exalumnas de Mercy High School; otros días lleva a sus hermanas —que viven en Mercy Springwell, un convento de retiro cerca de la zona— a citas médicas si se lo piden y las visita si están hospitalizadas. «Gracias a Dios que puedo hacerlo, y rezo para que pueda seguir haciéndolo», dice.

«No todas las personas han sido afortunadas en la vida como lo he sido yo», añade la Hermana Agnese. «Tengo amigos maravillosos y me considero una persona muy rica. Cuando tienes un buen amigo eres rica; cuando tienes muchos, eres muy rica. No es algo que puedes comprar. Mi papá solía decirme esto siempre: “Eres una jovencita muy rica”. Y ha seguido siendo verdad toda mi vida».