Por Hermana Helen Libo-on
El espíritu de la venerable Catalina McAuley y el de las Hermanas de la Misericordia nos inspiran para extender la misericordia de Dios a quienes lo necesitan en la Escuela San Juan Bautista de Jimenez Misamis Occidental, Inc., en Filipinas. La filosofía, visión, misión y objetivos de nuestra escuela demuestran cómo extendemos la Misericordia, especialmente a las generaciones más jóvenes.
Envolvemos a nuestros estudiantes en el amor de Dios, ofreciéndoles una educación de calidad basada en la compasión, el amor y la paz. Les ofrecemos consuelo y les empoderamos para que puedan extender ese mismo consuelo y misericordia a otras personas. Nuestra visión de vidas transformadas, vividas en libertad, armonía, dignidad y verdad, se alinea con la tradición de la Misericordia. Las/los estudiantes se liberan de las dificultades y se preparan para vivir vidas plenas y dignas, libres de las limitaciones de la pobreza y la ignorancia.

Como escuela católica arquidiocesana, siguiendo la tradición de nuestra fundadora, Catalina McAuley, respondemos al llamado de extender la Misericordia de Dios y nos dedicamos a servir a la creación y a la humanidad. La educación, nuestro instrumento, se centra en el desarrollo integral y el liderazgo, empoderando a nuestros estudiantes para que alivien activamente el sufrimiento y promuevan la justicia. Son personas compasivas, dispuestas a servir y a cuidar el mundo que les rodea.
Las becas para la juventud desfavorecida son una expresión tangible de ofrecer el «Manto de Misericordia» a quienes más lo necesitan. El doce por ciento de nuestra población de estudiantes recibe becas, gracias al apoyo y la constancia de nuestro Instituto de la Misericordia y nuestros egresados.
Los ejercicios espirituales regulares, como las celebraciones eucarísticas, los retiros, los recogimientos y el intercambio semanal de la Comunidad Eclesial de Base nutren el bienestar espiritual de los estudiantes, conectándoles con la Misericordia de Dios e inspirándoles a vivir una vida misericordiosa. Los retiros dirigidos para la clase que se gradúa ofrecen un momento especial para que los estudiantes compartan sus anhelos internos, ansiedades, problemas y conflictos familiares. La mayoría de nuestros estudiantes viven con familiares debido a que sus padres trabajan en el extranjero, lo que les dificulta expresar sus necesidades y frustraciones.
Nuestra reunión semanal de la Comunidad Eclesial de Base, que se celebra todos los viernes, permite a estudiantes leer y reflexionar en pequeños grupos sobre la lectura del Evangelio del domingo siguiente. Esta práctica ofrece un tiempo dedicado a que los estudiantes compartan y se escuchen entre sí.
Nuestra escuela también fomenta el amor y el cuidado por el medio ambiente, reflejando el Asunto Crítico de la Misericordia por la Tierra y el bienestar de toda la creación. Reflejando el abrazo protector de la ternura de Dios, mantenemos un estrecho contacto con sus padres y madres, parientes y tutores para fortalecer la red de apoyo a nuestros estudiantes, asegurándonos de que estén rodeados de cuidados y orientación. Extendemos la misericordia de Dios a todas las personas ofreciendo una educación compasiva y centrada en Cristo.