El Equipo de Liderazgo del Instituto de las Hermanas de la Misericordia de las Américas denuncia enérgicamente la violencia y la falta de respeto exhibida el miércoles, 6 de enero a cargo de insurgentes que asaltaron el Capitolio de los Estados Unidos. Esta conducta aborrecible e intencional, destinada a interrumpir la transferencia pacífica del poder que es fundamental para nuestra democracia, es deplorable e ignora totalmente los valores del Evangelio y los principios de otras religiones y personas de buena voluntad. Este asalto deliberado al alma de nuestra nación destrozó la confianza y el propósito común mientras avivaba la sospecha, el miedo y la división.
Debemos unirnos, trabajar activamente por una cultura que promueva la paz y la no violencia, y cambie los sistemas y estructuras violentas, racistas y de supremacía blanca. Debemos entablar un diálogo sostenido para crear puentes entre las diferencias y restablecer la confianza en todos los círculos de la vida pública.
Por favor, únanse a las Hermanas de la Misericordia en oraciones por la paz y la unidad sanadoras para rodear los Estados Unidos y todos los que viven aquí. Nos comprometemos a continuar colaborando con comunidades y organizaciones que fomentan la no violencia, y a laborar para promover el diálogo constructivo y el cambio que refleje quiénes somos como una nación que se esfuerza por dar testimonio de la Libertad y la Justicia para todas las personas.