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Esta reflexión blog es parte de una serie continua, Orgullo en la Misericordia que comenzó durante el Mes del Orgullo 2019. Estas reflexiones brotaron de la Declaración del Capítulo 2017 de las Hermanas de la Misericordia desafiándonos a cada una/o, a responder a las personas que sufren por sistemas opresivos y para «educarnos mejor y participar en comprometidos diálogos sobre asuntos de identidad de género y orientación sexual». Les animamos a ustedes a enviar estas publicaciones a alguien que podría tener necesidad de leerlas. Que en unidad, crezcamos en nuestra tolerancia, aceptación y comprensión, y extendamos una mano de acogida a la comunidad LGBTQ+

Por la Hermana Janet Rozzano

Cada mes de junio en nuestro país, la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT) y sus seguidores se reúnen para una celebración de un mes de amor, diversidad, aceptación y orgullo. Se programan desfiles, conciertos, servicios conmemorativos y discursos. Las banderas arco iris aparecen por todas partes.

¿Y qué tiene que ver esto con nosotras como Hermanas de la Misericordia? Tal vez nos dé la oportunidad de atender el llamado de nuestra Declaración del Capítulo 2017 para responder a aquellas personas que sufren por los sistemas opresivos y «educarnos y participar en diálogos sobre la identidad de género y orientación sexual».

Al buscar ideas para mi reflexión, descubrí que la bandera del arco iris se originó en mi ciudad natal de San Francisco en 1978, y con el paso de los años se ha convertido en un símbolo reconocido internacionalmente. También aprendí que los seis colores de la bandera simbolizan diferentes cualidades. Son:

Rojo: la vida
Naranja: la sanación
Amarillo: la luz del sol
Verde: la naturaleza
Azul: la armonía
Púrpura: la energía

Creo que estas cualidades pueden representar algunos de los dones que la comunidad LGBT celebra en el Mes del Orgullo. Se regocijan por los frutos de su trabajo de espíritu ardiente por la justicia y la inclusión de su comunidad, especialmente en los últimos 50 o 60 años. Para algunas personas LGBT, después de años de «vivir ocultándose», son libres para vivir su vida más plena y honestamente, a la luz, sanadas del miedo que les mantenía ocultas. Pueden amar como las personas para las que fueron creadas, fieles a su naturaleza. En armonía ahora con su ser más profundo, son fortalecidas para trabajar por una mayor armonía, justicia y entendimiento dentro de la comunidad en general. ¡Estos son regalos que vale la pena celebrar!

Me pregunto si esas cualidades de la bandera del arco iris también sugieren un mensaje a otras personas que no son parte de la comunidad LGBT. ¿Y nos dan alguna orientación como Hermanas de la Misericordia para responder al llamado de nuestro Capítulo?

Quizás las siguientes son algunas preguntas para nuestra reflexión durante las celebraciones del Mes del Orgullo:

  • ¿Qué sanación debe ocurrir en mí para que yo pueda tener más apertura a la comprensión de la experiencia de las personas LGBT? ¿Qué permitirá que esta curación ocurra?
  • ¿Con quién puedo hablar, o qué puedo leer, que me ilumine y profundice mi conocimiento sobre la identidad de género y la orientación sexual?
  • ¿Veo a cada persona como una hija/hijo, amada por Dios, cuya vida es digna de respeto, justicia, acogida y compasión? ¿A qué me llama esa visión?
  • ¿Cómo puedo ayudar a contrarrestar la violencia hacia las personas LGBT que existe hoy en día en nuestro mundo? Con mis palabras y acciones, ¿puedo sugerir caminos hacia una mayor armonía y comprensión?
  • ¿Qué encenderá mi espíritu para esta obra de abrir los corazones y las mentes a las bendiciones de la diversidad?

Podrías preguntarte por qué debemos dedicar tiempo de nuestras ocupadas vidas a este trabajo. Estas palabras de «The Merger Poem», de la artista feminista Judy Chicago, expresan algunas razones importantes:

Y entonces todo lo que nos ha dividido se fundirá

Y entonces la compasión se unirá al poder

Y entonces la suavidad llegará a un mundo que es duro y cruel…

Y entonces todo será rico, libre y variado…

Y entonces todas las personas vivirán en armonía mutua…