Por Helen Penberthy
La empatía es la habilidad de comprender y compartir los sentimientos de otra persona.
Consideren:
- La niñita que sonríe tímidamente y sujeta con fuerza su conejito de peluche
- La adolescente que pasa el plato de sopa a un(a) niño(a) más joven, esperando otro para sí misma
- La madre satisfecha con un pantalón para su hijo, sin querer llevarse otro
- La gente – cansada, seguramente con miedo – esperando quedamente en la fila de comida, de ropa, de ayuda para contactar a sus familiares.
Estas no son personas malas; no son una amenaza; no son peligrosas.
Estos son nuestros hermanos y hermanas; son criaturas hechas a imagen de Dios; son personas con las mismas esperanzas y sueños como ustedes y yo.
Estos son los recientes migrantes a los Estados Unidos que pasan unos días en el Centro de Descanso Humanitario en McAllen, Texas, después de ser detenidos por una o dos semanas bajo custodia de ICE (Agencia Federal de Inmigración y Aduanas). El centro de descanso es parte de Caridades Católicas del Valle del Río Grande.
Pasé una semana en McAllen el mes pasado con el Programa de la Misericordia para Testigos en la Frontera. ARISE, un ministerio patrocinado por la Misericordia en McAllen, guio la delegación, compartiendo las experiencias y hogares de muchas personas de su personal y visitantes con nosotros. ARISE también coordinó visitas al centro de descanso, a secciones del muro existente entre los EE. UU. y México, y a reunirnos con grupos que luchan por los derechos de los inmigrantes y estudian la experiencia de los inmigrantes. También visitamos a un oficial de la Patrulla Fronteriza y un centro donde residen menores de edad que cruzaron la frontera solos.
Como cristianos, somos llamados a dar bienvenida al forastero. Como cristianos, somos llamados a cuidar al más pobre de nuestros hermanos y hermanas. Como cristianos, somos llamados a ofrecer nuestro abrigo al desconocido.
Para ser empática, una persona debe considerar más que su propio bienestar.
¿Qué aprendí en este viaje? Podemos – y debemos – debatir la mejor manera de «asegurar las fronteras» y lo que es «un sistema justo de inmigración» pero no podemos ignorar el sufrimiento en la frontera mientras seguimos con los debates. No podemos seguir incrementando el sufrimiento de personas que ya están luchando contra amenazas que la mayoría de estadounidenses ni siquiera se pueden imaginar.
La empatía es el vínculo entre uno mismo y otras personas. ¿Cómo no sentir su dolor y desesperación? ¿Cómo no ayudar?