Encarnando la Misericordia en la Escuela Secundaria de Artes Liberales Madre McAuley
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La Semana de las Escuelas Católicas se celebra del 26 de enero al 1 de febrero de 2020.
Por Molly Maloney, en su último año en la Escuela Secundaria de Artes Liberales Madre McAuley
Nunca olvidaré el día en que celebré por primera vez el Día de la Misericordia en la Escuela Secundaria Madre McAuley. Me senté en la parte de atrás entre las estudiantes de primer año que no conocía, y escuché a la gente dar discursos maravillosos sobre las ganadoras del premio Catalina McAuley. De repente, justo después de que una maestra concluyera su discurso, comenzó la música y unas 20 chicas corrieron al escenario con hermosos vestidos largos. Todo el alumnado saltó de sus asientos hacia el escenario con mucho ánimo. A pesar de la emoción de ver la actuación de las chicas, lo que me sorprendió ver fue la atmósfera emocionante de todas las chicas que se levantaron con una sonrisa en sus rostros. Es una tradición del Día de la Misericordia que he llegado a amar más cada año.
El ambiente de la escuela Madre McAuley es lo que la distingue de otras. Como una escuela de la Misericordia, a nuestras estudiantes se les enseña a abogar por lo que es justo y a acoger a cada persona que conoce. He crecido mucho en los últimos cuatro años debido a estas enseñanzas y sin ellas hoy no sería la joven segura que soy.
Si bien en la clase de teología aprendemos más sobre las enseñanzas de la Misericordia y los Asuntos Críticos, los profesores también encuentran modos de incorporarlas en cada materia. Cada maestra/o comprende la importancia de empoderar a las mujeres para prepararlas ante cualquier camino que tomen en el futuro. Recuerdo discutir en clase de inglés la importancia de la dicción, y cómo nuestro uso de las palabras tiene poder para hacer que una declaración simple llegue a ser un mensaje poderoso. Incluso en la clase de física, hablamos sobre lo que estábamos aprendiendo de las mujeres detrás de la ciencia y cuán importantes han sido en el campo de las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas a pesar de que con frecuencia se las pasa por alto. Aunque esto no está en el cuadro de estudios, sé que han jugado un papel importante en mi vida a medida que desarrollo mi comprensión del mundo.
Al asistir a una escuela de la Misericordia, mis compañeras de clase y yo aprendimos la importancia del servicio. Aunque se requieren horas de servicio, maestras/os de teología de la escuela Madre McAuley y moderadores de la sociedad de honor hicieron del acto de servicio algo que espero con ansias.
Con frecuencia, las estudiantes regresan a las organizaciones donde previamente ofrecieron horas de servicio para continuar como voluntarias. Muchas estudiantes de la escuela McAuley reconocen como cambiaron sus vidas después de regresar de unas misiones a Apalachia y a Harlan, Kentucky.
El valor de la educación y del servicio está impregnado en mí gracias a la escuela Madre McAuley. Al unirme a diferentes clubes y deportes a través de los años, tuve experiencias y conocí personas que han modelado mi visión del mundo.
La palabra «Misericordia» ocupa un lugar importante en mi corazón porque asistí a esta escuela. Y la celebración del Día de la Misericordia en la escuela ha tocado y continuará tocando la vida de miles de chicas que ingresan a las puertas del auditorio el 24 de septiembre.