donar
historias

Recordando a la Hermana Consuela White: Líder de enfermería, sanadora y educadora legendaria

idiomas
compartir
Share this on Facebook Share this on Twitter Print

Por Catherine Walsh, especialista en comunicaciones

Esta Semana Nacional de la Enfermería (del 6 al 12 de mayo), la difunta Hermana Consuela White es recordada por una destacada enfermera a la que enseñó y de la que fue mentora y que, a su vez, ha llevado a innumerables personas la enfermería inspirada en la Misericordia.

Hermana Consuela White fue una religiosa y enfermera que no se alejó mucho de sus raíces en Maine y Nueva Brunswick. Pero cuando murió hace 10 años este mes a los 91 años, fue llorada por colegas de enfermería, antiguas/os estudiantes y amigos de todo el mundo. Una guardia de honor de enfermeras hizo guardia en su funeral y un director general del hospital llevó el crucifijo en la procesión.

Entre las personas que llevan el legado de Hermana Consuela en la actualidad se encuentra su antigua alumna y colega Jeanette Ives Erickson, enfermera titulada y con doctorado en prácticas de enfermería. Ella es una ejecutiva en atención médica que cree que en esta era de variantes de Covid y trastornos de salud pública, Hermana Consuela tiene mucho que enseñarnos a todos sobre la sanación, la resistencia y la comunidad. Recordarla durante la Semana Nacional de la Enfermería parece un homenaje apropiado.

«Cambio constante y aprendizaje constante»

Mientras servía como enfermera jefa del Hospital General de Massachusetts en Boston durante más de dos décadas, la Dra. Ives Erickson supervisó a más de 5.000 enfermeras en un momento dado. Se hizo conocida como una líder que defendió a las enfermeras en un hospital de renombre mundial  dominado por médicos, y como una «enfermera de enfermeras» que desafió a su personal a seguir aprendiendo y creciendo. Eso, dice, vino de Hermana Consuela, quien insistió en que se abrazaran «el cambio constante y el aprendizaje constante».

Jeanette Ives Erickson

«Ella creó un entorno en el que era seguro aprender y levantar la mano y decir: “Nunca he hecho esto antes. ¿Puede alguien ayudarme?”».

La Dra. Ives Erickson tenía 17 años cuando conoció a Hermana Consuela a insistencia de su vecina de al lado. La monja dirigía la escuela de enfermería administrada en ese momento por Mercy Hospital (ahora Northern Light Mercy Hospital) en Portland, Maine y hablaba con tal entusiasmo sobre su profesión que su joven visitante «se preguntó por qué todas las personas no querían ser enfermeras o enfermeros». Hermana Consuela más tarde la contrató para ser enfermera jefa en Mercy Hospital —reconociendo las habilidades de liderazgo en su ex estudiante que no sabía que tenía— y la instó a obtener una maestría en administración de enfermería en la Universidad de Boston. Eso llevó a la Dra. Ives Erickson a una carrera en Massachussets General Hospital que ahora se encuentra en su quinta década, y a obtener un título de doctora en práctica de enfermería en el Instituto de Profesiones de la Salud de Massachussets General Hospital, donde sirve como presidenta de la directiva de fideicomisarios.

Cuando la Dra. Ives Erickson negoció su trabajo como la primera enfermera jefa en Massachussets General Hospital en los 200 años de historia del hospital —una posición a la par con los médicos de alto cargo del hospital— insistió y recibió apoyo para un centro educativo de enfermería formal en el hospital. También recibió una nota de felicitación de la Hermana Consuela en la elegante caligrafía de la monja. (La Dra. Ives Erickson se convirtió en enfermera emérita en 2018).

Algunas estudiantes de enfermería de Mercy Hospital, incluida Jeanette Ives (última fila, quinta desde la derecha).

Durante las crisis a lo largo de los años, incluso la pandemia en curso y el bombardeo de la Maratón de Boston de 2013, la Dra. Ives Erickson se ha inspirado en el liderazgo constante de su difunta mentora. El año pasado, cuando codirigió el hospital de campaña Boston Hope en un centro de convenciones para pacientes con COVID-19 post-agudos, inclusive pacientes no alojados con el virus que no requirieron hospitalización, la ansiedad era alta entre el personal médico. No habían trabajado juntos antes. Todos tenían preguntas.

«Dije: “De acuerdo, amigos, nunca he hecho esto antes, pero reunámonos y pensemos qué es lo mejor para los pacientes y cómo mantenerles a salvo”», recuerda la Dra. Ives Erickson. «Esa es la Hermana Consuela. Llevas a tus mentores contigo».  (Boston Hope atendió con éxito a pacientes durante dos meses antes de cesar las operaciones).

Reflexionando más sobre el legado de Hermana Consuela, la Dra. Ives Erickson dice pensativamente: «Ella se sentía bien sobre quién era y sobre su compromiso con Dios, con la enfermería, con las hermanas, con la Misericordia. Nunca sentí que fuera su empleada. Yo era alguien que le importaba, realmente le importaba. Ella llegó a conocer y preocuparse por mi familia también».

¿Quién era la Hermana Consuela?

«El amor es la cosa más sanadora de todas», dijo Hermana Consuela cerca del final de su ministerio de enfermería. «Si [la gente] se ama a sí misma, amarán a su prójimo. La vida es sencilla. … Nosotros la complicamos».

Nacida en Nueva Brunswick, Canadá en 1920, creció en aldeas agrícolas cerca de la frontera con Maine. Era una comunidad donde la familia extendida y los vecinos se cuidaban mutuamente. «Cuando había enfermedades, dificultades, muerte, cuando alguien necesitaba algo, toda la comunidad contribuía con lo que podía», dijo más tarde a Portland Press Herald. «Todo el mundo le pertenece a todo el mundo cuando está en problemas».

La espiritualidad de Hermana Consuela infundió todo lo que hizo, según la Hermana Mary George O’Toole, voluntaria y ex archivista de Saint Joseph’s College, quien señala que su amiga reservaba tiempo en su calendario todos los días para orar, incluso si solo 15 o 20 minutos. «Lo que me impresionó es que era un tiempo con Dios en el que simplemente hablaban».

Pocas personas se comparan con esta mujer de la Misericordia, dice Joseph Gallagher, enfermero titulado y con maestría en administración de negocios, un ex estudiante suyo y vicepresidente regional de Universal Health Services, Inc. «Si hay tal cosa como la autorrealización, Hermana Consuela logró eso», dice. «Ella era una persona maravillosa y cariñosa que estaba dispuesta a ayudar y cambiar las cosas en el cuidado de la salud y darle un componente de Misericordia».