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Antecedentes

El Dr. Daniel Castillo obtuvo su doctorado en la Universidad de Notre Dame en 2014. Mientras estaba en Notre Dame, fue un miembro de GLOBES financiado por la National Science Foundation y miembro de la Iniciativa Teológica Hispana. Actualmente es profesor asistente de teología en la Universidad Loyola de Maryland y miembro de Bunting Peace and Justice. Da cursos sobre teología de la eco-liberación y ética ambiental.

Castillo escribió exhaustivamente sobre el Laudato Sí’, incluyendo el ensayo “Integral Ecology as a Liberationist Concept” (Ecología integral como un concepto liberacionista) publicado en el diario Theological Studies. En su libro An Ecological Theology of Liberation: Salvation and Political Ecology, (Una teología ecológica de liberación: Salvación y política ecológica), Castillo alinea su trabajo con los trabajos de Gustavo Gutiérrez y la encíclica del Papa Francisco, Laudato Sí’. Él comenta la significancia de la ecología integral en el trabajo de la liberación y provee el trabajo de base para una espiritualidad eco-teológica.

Castillo explica de qué forma el colonialismo y la ideología del saqueo ha formado el saqueo destructivo al sur global durante 500 años por parte del norte global. Además del saqueo de materiales y recursos, el colonialismo promovió y perpetuó el racismo, la misoginia y la superioridad cultural, a menudo diezmando los lenguajes, las espiritualidades y las culturas indígenas. Y este saqueo colonial fue sancionado de varias formas por la teología cristiana.

Después de la Segunda Guerra Mundial, la antigua forma de colonialismo comenzó a derrumbarse. Pero una nueva forma de colonialismo, llamada neo-colonialismo, estaba surgiendo. El Presidente de Estados Unidos Harry S. Truman buscó “mejorar” las regiones subdesarrolladas introduciendo avances científicos, así como desarrollo industrial. Este acercamiento al sur global fue y sigue siendo devastador para los pueblos indígenas, las culturas, las formas tradicionales de vida y el entorno. El neo-colonialismo se volvió tan destructivo como el primer colonialismo ya que las corporaciones, se agrupan con los gobiernos nacionales para extraer recursos a expensas de las poblaciones indígenas. 

Durante la devastadora y violenta era del neo-colonialismo Gustavo Gutiérrez,un filósofo y teológico peruano, planteó las ideas de la liberación teológica llamando a un cambio radical hacia la liberación e instando a romper con el desarrollismo. El principio central de la teología de la liberación se centró en “la opción preferencial para los pobres”. A fines de la década de 1960, la teología de la liberación de Gutiérrez se afianzó en América Latina y jugó un papel importante obligando a las comunidades a responder contra las injusticias opresivas, a menudo mortales, perpetradas contra los económicamente pobres y desposeídos.

Hoy, Gutiérrez nos desafía a buscar la liberación de las estructuras sociopolíticas y culturales del desarrollo. El crecimiento y urgencia de la crisis climática y sus efectos en las comunidades más vulnerables exigen una conversión inminente, según Gutiérrez. Él cree que sería devastador posponer nuestras respuestas hacia el futuro distante.

Puntos principales de la lente de la eco-liberación de Castillo:

  1. Basada en los principios esenciales de la teología de la liberación de Gustavo Gutiérrez:
    1. La salvación se produce aquí y ahora a través de experiencias de comunión y solidaridad con los vulnerables y marginados.
    1. Las enseñanzas de Jesús nos exhortan a preocuparnos por nuestros vecinos, más específicamente por aquellos que son pobres y oprimidos.
    1. Nuestra tarea es transformas todas las estructuras sociales, económicas y políticas que producen y perpetúan la pobreza, la opresión y la muerte.  
  2. Agrega fundamentos ecológicos a la teología de la liberación de Gutiérrez vinculando los gritos de la Tierra con los gritos de los pobres y ampliando nuestra comprensión de “vecino” para incluir a la Tierra. Apoya la noción de ecología integral como la describe el Papa Francisco en Laudato Sí’.
  3. Nos llama a reexaminar nuestro entendimiento del mundo. ¿Cómo describimos la historia del universo? La evolución provee una nueva forma de ver a la creación y nuestro lugar en ella. Al igual que Ivone Gebara, nos desafía a alejarnos de la comprensión de Dios que nos lleva a dominar, marginar y oprimir a los demás.
  4. En su corazón, la teología de la liberación requiere “una comunidad de creyentes que practique obras de caridad y misericordia, pero también y de manera importante, que enfrente y transforme las fuerzas socioeconómicas, políticas y culturales que producen injusticias, pobreza material y opresión (An Ecological Theology of Liberation, 919 [Una teología ecológica de la liberación, 919])”.
  5. Llama a los cristianos a responder a nuestras emergencias planetarias de una manera que se base tanto en la opción preferencial para los pobres como para la Tierra. Nuestra respuesta debe reflejar nuestra creencia sobre quién es Dios y qué desea Dios.
  6. Nos llama a una nueva consciencia. Somos llamados a ver el mundo con nuevos ojos y crear estructuras y prácticas que establezcan condiciones para la prosperidad de todos.

Preguntas:

  • ¿Qué significa la frase: “La salvación ocurre aquí y ahora en las experiencias de comunión y solidaridad con los vulnerables y marginados” para ti?
  • Si somos llamados a una opción preferencial para la Tierra, ¿qué reorientación requieren nuestras vidas?
  • ¿Qué nos dice esto acerca de la toma de decisiones de las corporaciones indiferente al impacto del extractivismo, especialmente interpretando la justicia climática como la intersección de la justicia ambiental y la justicia racial?
  • Desde el punto de vista de la teología de la liberación ecológica ¿qué es importante tener en cuenta y en el corazón para ustedes mientras crece su conciencia sobre el impacto del extractivismo en las personas, las comunidades y la Tierra?